Bogotá, 13 jul (PL) El paro de los transportistas colombianos cumple hoy 37 días sin una solución a la vista y frente a un panorama complejo en varios departamentos en los cuales escasean productos de la canasta básica y algunas calles permanecen bloqueadas.
La protesta subió de tono la víspera en Duitama, Boyacá, donde murió un joven en medio de disturbios -presuntamente víctima de la Fuerza Pública- y las autoridades decretaron el toque de queda, simultáneamente en localidades aledañas rige la ley seca.
Pese a versiones contradictorias sobre los hechos, el Gobierno responsabiliza a huelguistas con el accidente sufrido allí por el gobernador del territorio boyacense -cuyo vehículo al parecer resultó apedreado-, motivo por el que se suspendieron las conversaciones con los promotores de la movilización.
A raíz de los sucesos el presidente Juan Manuel Santos ordenó reforzar la presencia militar en las carreteras del país a fin de evitar alteraciones del orden público.
Desde el comienzo de la huelga los conductores piden rebajas en los precios del combustible y las tarifas de los peajes, mayor seguridad en las vías para ejercer su oficio y acceso al seguro social, entre otras solicitudes.
Asimismo reprueban la sobreoferta causada por la circulación de carros sin los permisos establecidos, una competencia desleal, dijeron.
Luego de fallidos intentos para conseguir un arreglo que permita levantar la medida, Santos calificó a los transportistas de intransigentes, mientras líderes del gremio culparon al Ejecutivo de dilatar la negociación.
Según informativos locales, se trata del paro más prolongado protagonizado por ese sector.
A más de un mes del cese de actividades, los agricultores reportan pérdidas en las cosechas de papa, tomate, debido a las dificultades para trasladar esos alimentos hasta sus mercados tradicionales, al tiempo que productores de leche sortean iguales obstáculos.
El ámbito cafetero es otro de los perjudicados por la paralización parcial del transporte de carga.
Pese a las caravanas organizadas por la actual administración para paliar el desabastecimiento, en los mercados son visibles los efectos de la huelga pues algunos alimentos son adquiridos por los ciudadanos casi al doble de su precio habitual.
Como resultado de la protesta al menos 63 personas fueron apresadas y varias están bajo investigación por los acontecimientos de Duitama, confirmaron fuentes oficiales.
Paralelamente los camioneros denuncian excesos de la Fuerza Pública, particularmente del Escuadrón Móvil Antidisturbios y detenciones arbitrarias en el contexto de la protesta que para muchos ya «pasa de castaño oscuro».